Hace tiempo que la tecnología viene avanzando en diversos campos dentro del mundo laboral, pero lo cierto es que, luego de la pandemia, el mundo como lo conocíamos ya no es el mismo. La Revolución Digital tomó más protagonismo que nunca y hoy en día podemos ver cómo las conductas laborales tradicionales fueron evolucionando y dando lugar a nuevas condiciones de trabajo.
En este artículo queremos contarte cuáles son los principales cambios y hasta beneficios de esta transformación e invitarte a reflexionar sobre qué nuevos hábitos digitales podés aprovechar vos en tu trabajo o empresa.
El ser humano a lo largo de la historia ha demostrado una clara tendencia al cambio, en pos de mejorar sus condiciones de vida. Ejemplos como la Revolución Industrial, o la llegada del hombre a la Luna, nos muestran cómo los límites son flexibles y la necesidad de avanzar y la curiosidad por el conocimiento nos impulsan a modificar diversos aspectos de la vida.
Mucho antes de nuestra experiencia en el mundo pandémico, el hombre ya había instalado su interés por la tecnología y por llevar esta ciencia a diversos ámbitos de la cotidianeidad. Desde un punto de vista laboral, la globalización y los avances tecnológicos nos permitieron conectar con personas, marcas y empresas de todo el mundo. Esta semilla terminó de dar frutos bajo la necesidad de seguir siendo productivos durante el confinamiento, puesto que la mayoría de las empresas, negocios, emprendimientos y particulares buscaron la manera de sostener sus actividades. ¿Cuál fue el resultado? De los accidentes pueden surgir grandes descubrimientos y, en este caso, muchas comunidades encontraron soluciones tecnológicas que no sabían que necesitaban. El trabajo remoto llegó para quedarse y nuevamente el hombre se vuelve a reinventar para ganar en tiempo, distancias y productividad.
Hoy en día se perciben algunos cambios o tendencias en relación a las nuevas modalidades de trabajo, tanto en las grandes corporaciones como en estructuras más modestas. Algunas de ellas son:
•Dilución de jerarquías: Se observa una tendencia a estructuras planas de trabajo, en donde los roles se equiparan y el trabajo es colaborativo.
•Flexibilización del horario laboral: Cada vez más empresas plantean objetivos individuales y grupales para sus empleados, por lo que pierde sentido cumplir un horario fijo. Esto optimiza el rendimiento de cada trabajador y permite la propia organización de las tareas.
•Abolición del modelo de comando: Además de haber cambiado la modalidad de trabajo, también cambiaron las relaciones que se generan en él. Dejando de lado el modelo de control, ahora se tiende a empoderar e inspirar a las personas en pos de un liderazgo proactivo con resultados a la vista.
•Optimización tecnológica: La tecnología fija y propia de cada empresa queda obsoleta en la modalidad home office puesto que los sistemas y software empleados no exceden los límites de la compañía. Actualmente los negocios se apoyan en tecnologías más abarcativas que ofrecen soluciones en la nube, accesibles para cualquier persona, en cualquier parte del mundo.
•Adiós a la fragmentación: El esquema competitivo se desarma para dar lugar a conexiones e interacciones entre empleados y jerárquicos que favorezcan a todos. Se tiende a crear oportunidades de crecimiento para todos los miembros del equipo.
•Ahorro en costos y tiempos: Se optimizan los recursos gracias al ahorro en gastos de oficina, traslados, materiales y demás insumos. El home office es una solución sustentable que incentiva el trabajo individual y de equipo.
La sumatoria de nuevas tecnologías inciden directamente en el cambio social a velocidades impensadas, lo que evidencia el gran poder de adaptabilidad del ser humano. Las innovaciones tecnológicas promueven el desarrollo de nuevas tareas, productos y servicios cambiando así nuestras formas de trabajar. Ahora que ya conocés las nuevas tendencias y beneficios que nos ofrece la Revolución Digital, ¿cómo pensás adaptar tu empresa al cambio? ¡Dejanos tu comentario y contanos qué pensás de esta info!