¿Te va a reemplazar la IA? Mejor preguntate cómo podés usarla.

¿La IA nos va a sacar el trabajo? ¿Se terminó la creatividad humana? ¿Los textos ahora los escribe una máquina? Seguro escuchaste alguna de estas frases en una reunión, un posteo o durante un café con colegas. Pero… ¿qué hay de cierto en todo eso?

La inteligencia artificial generativa llegó para quedarse. Eso ya no se discute. Lo que sí está en juego es cómo la usamos. Y acá viene la primera gran diferencia: una cosa es delegar en la IA, otra es integrarla a tu proceso creativo. Porque seamos sinceros: si tu estrategia depende solo de un bot, no tenés estrategia.

Pero, adentrémonos un poco más en el tema. ¿Sabías que el 86 % de los anunciantes ya están usando (o planean usar) IA generativa para armar videos publicitarios, y que se estima que para 2026 esto representará el 40 % de los anuncios en video? Eso no es un experimento lejano: es una ola que ya está barriendo el marketing.

Usar IA generativa puede ser una ventaja enorme si sabés dónde ponerla a jugar. ¿Querés acelerar un brainstorming? ¿Necesitás traducir insights en ideas? ¿Te falta un punto de partida para una campaña? Ahí entra la IA. ¡Pero cuidado! Esto no reemplaza el criterio, la experiencia ni el tono de tu marca. Eso, por ahora, sigue siendo 100 % humano.

Y ojo con esto: el 83 % de las personas que que usan IA para marketing, reportan aumento de productividad, con más de 5 horas semanales liberadas para pensar estrategia, creatividad y ejecución de alta calidad. O sea que no se trata de robots reemplazando gente: es gente haciendo más y mejor con ayuda de los bots.

¿Y el contenido? Sí, la IA puede escribir copies, titulares, hasta armar estructuras de blog como ésta. Pero si querés generar impacto real, conectar con personas y construir una identidad sólida, vas a necesitar algo más que prompts bien redactados. Vas a necesitar pensar. Y pensar no se terceriza.

Entonces, ¿la IA es una amenaza para las agencias? Solo si las agencias hacen lo mismo que puede hacer un modelo predictivo. Si tu diferencial es la creatividad aplicada con estrategia, la IA no compite: colabora. Automatiza lo repetitivo, te ahorra tiempo y te permite enfocarte en lo que realmente importa: las ideas que venden.

La clave está en entender que esto no es una guerra entre humanos y máquinas. Es una oportunidad para que las marcas trabajen con más precisión, más velocidad y más personalización. Pero siempre con una base clara: estrategia, criterio y ese toque humano que ningún algoritmo puede imitar.

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