Critterz: la primera película animada impulsada por IA
- Digital Move

- 22 oct
- 2 Min. de lectura
Hollywood ya no habla solo de estrellas: también habla de algoritmos. “Critterz”, la primera película animada producida en gran parte con inteligencia artificial, aún no se estrenó, pero la noticia ya despierta debate y expectativa.
No se trata solo de un nuevo título en la cartelera, sino de un posible antes y después en la industria cinematográfica.

Hasta hace poco, pensar en una película creada con IA sonaba a ciencia ficción. Hoy, Critterz demuestra que esta tecnología entra de lleno en la sala de creación. Y lo hace con un impacto concreto: acortar tiempos, reducir costos y multiplicar las posibilidades creativas de un equipo.
En su desarrollo, la inteligencia artificial permitió resolver tareas que normalmente llevarían meses en cuestión de días o incluso horas. Desde generar escenas de prueba más rápido hasta testear distintos estilos visuales sin necesidad de producir decenas de versiones manualmente. Incluso la animación —uno de los procesos más largos de la industria— pudo acelerarse gracias a la IA. El verdadero impacto no es solo la rapidez: es liberar tiempo para lo que importa, la parte creativa.

Pero ojo: la IA no reemplaza la creatividad humana. Puede aportar velocidad y eficiencia, pero no inventa emociones. Ningún algoritmo entiende realmente sobre las emociones. Esa sensibilidad cultural, esa capacidad de contar una historia que conecta, sigue siendo 100 % humana. La magia de Critterz no estará solo en el uso de la tecnología, sino en cómo los creadores logren combinarla con su visión artística.
Lo interesante es que esta experiencia no queda solo en el terreno del cine. Para quienes trabajamos en comunicación y marketing, es una señal de lo que ya empieza a pasar en otros espacios. Una empresa puede usar la IA para reducir el tiempo implementado en lo operativo y enfocarse en lo que realmente importa: la idea y la historia que quiere contar.
Eso es lo que se conoce como democratización creativa: lo que antes estaba reservado a grandes estudios o marcas globales, hoy comienza a estar al alcance de proyectos más pequeños. La IA no elimina la necesidad de pensar, pero sí abre la puerta a hacer más con menos recursos.

El desafío del equilibrio. Sí, es fácil pensar “que lo resuelva la IA”. Pero cuidado que si le damos todo el control, se pierde lo que conecta de verdad, la emoción, la mirada única, la creatividad aplicada con sentido. La tecnología puede ser el motor, pero la chispa es nuestra.
Hoy hablamos de una película creada con IA. Mañana, quizás, estemos frente a un nuevo lenguaje audiovisual, a campañas que se produzcan en segundos, a narrativas que todavía no existen. Critterz no es un punto final, es la primera escena. Y lo que viene después puede cambiar las reglas del cine, el marketing y la forma en que contamos historias








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